La protección solar es muy importante a todas las edades y en las diferentes etapas de la vida. La exposición a los rayos del sol de forma moderada es positiva para el organismo, pues nos ayuda a dormir adecuadamente, a producir serotonina y también nos abastece de la imprescindible Vitamina D. Sin embargo, los excesos pueden producir grandes daños, como quemaduras en la piel o cáncer.

Los expertos recomiendan ponerse una crema de protección a diario, sin necesidad de esperar a que llegue la temporada de verano. Además, lo ideal es optar por un factor de protección acorde con el tipo de piel y cuidar los productos que empleamos para esta labor. Con esa misión existen diferentes tipos de cremas solares, por ejemplo, la que es infantil y la de adultos.

Pero, ¿qué diferencias hay entre unas y otras?, ¿puede una persona adulta utilizar una protección solar para niños? A continuación, resolvemos estas dudas.

¿Puede un adulto aplicarse crema solar infantil?

A menudo pensamos que los niños son como adultos en un tamaño reducido, pues se asemejan a nosotros y están en un proceso de crecimiento en el que culminarán siendo personas mayores. Sin embargo, ellos tienen otras particularidades y necesidades. De hecho, un adulto sí puede aplicar una crema solar para niños, pero nunca es posible hacerlo al revés.

Los niños tienen una piel mucho más sensible y permeable, por lo que cualquier producto inadecuado puede causar en ella irritación o molestias. También son más propensos a tener alergias y, sobre todo, a que estas todavía se desconozcan. Por esto mismo, los productos para su piel son más seguros y han pasado diferentes pruebas relacionadas con las reacciones en la piel.

Lo más adecuado es comprar una crema de protección solar que esté especialmente formulada para el usuario infantil en un sitio especializado como PacoPerfumerias y, en caso de despiste o de querer ahorrar en productos, que los adultos usen también la que está acondicionada para los niños.

Las diferencias entre la protección solar infantil y la crema para adultos

Los niños o los bebés tienen una producción de melanina inferior y necesitan un mayor cuidado a la hora de exponerse al sol. Este es el motivo por el que se crean cremas solares especiales para adultos y para el usuario infantil. Te mostramos cuáles son las diferencias más destacadas entre un cosmético y otro.

El alcohol

Una buena parte de las cremas solares para adultos contiene alcohol entre sus ingredientes. Como este agente es bastante irritante y agresivo, no suele estar presente en las fórmulas para niños o bien lo hace en porcentajes muy bajos. Evita que los pequeños tengan alguna reacción o que su piel se pueda resecar durante el uso del producto.

Filtros físicos

Las cremas solares para adultos suelen contener filtros orgánicos que permiten amortiguar el efecto blanquecino que deja la crema solar en la piel, pues causa bastante rechazo a la mayoría de las personas. Sin embargo, las cremas de protección infantiles se abastecen usualmente de filtros físicos.

Conservantes y otros añadidos

Es muy habitual que las cremas solares vengan perfumadas, con conservantes químicos u otros añadidos en sus fórmulas. Las que son especialmente creadas para los niños no tienen ninguno de estos ingredientes para evitar que puedan sufrir algún tipo de reacción alérgica o intolerancia.

Densidad

Los filtros que se emplean para niños son más densos y más untuosos. Por este motivo, aconsejan dejar de utilizarla cuando llegan los cambios hormonales y se entra en la etapa de la adolescencia, pues la dermis comienza a generar una mayor cantidad de sebo.

¿Cómo se usan las cremas solares infantiles?

Como hemos visto, las características de las cremas solares infantiles pueden ser bastante diferentes a las que usan los adultos, aunque nunca serán negativas si los mayores las emplean para protegerse del sol. En cuando a las indicaciones de uso, no se encuentran grandes diferencias.

En las cremas para adultos se advierte de que es conveniente aplicar de nuevo cada dos horas o cuando se da un baño. En el caso de los niños, la recomendación es que se vuelva a reponer cada hora y cada vez que se moje. En ambos casos es recomendable poner el producto en todo el cuerpo antes de la exposición directa al sol, con una media hora de previsión.

Otro punto determinante al hablar de cremas solares es el factor de protección. La elección va a depender del fototipo de piel tanto en adultos como en niños, sin embargo, es conveniente que los usuarios infantiles usen siempre la protección de 50 al menos hasta cumplidos los 6 años. A partir de ese momento, algunos podrían bajar a una protección de 30.

En todos los casos, tanto niños como adultos, es importante protegerse siempre que se vaya a estar al aire libre, haga sol o no. Las cremas deben estar en buen estado, conservadas en un lugar de temperatura estable y sin que se supere la fecha de caducidad indicada por el fabricante.