Los niños que tardan en hablar son una preocupación para sus padres. Porque en cuanto algo en el desarrollo del pequeño parece ir mal, saltan todas las alarmas. Sin embargo, en materia de crecimiento nada es absoluto, hay niños que empiezan a andar a los nueve meses, y otros que tardarán un poco más. Eso no quiere decir que los pequeños que comienzan a andar más tarde vayan a tener problemas de movilidad.

Con el lenguaje pasa exactamente lo mismo. Si un niño tarda un poco más en hablar, esto no significa que haya algún problema en su desarrollo. De hecho, podría ser todo lo contrario, porque hay quien afirma que los niños que tardan más en hablar llegan a tener un coeficiente intelectual más alto cuando llegan a la edad adulta.

¿A qué edad comienza a hablar un niño?

Vaya por delante, que los tiempos a los que vamos a hacer referencia en este artículo son tiempos medios. El desarrollo del lenguaje es un proceso bastante complejo y muy individualizado. Es decir, que cada pequeño lleva su propio ritmo a la hora de adquirir las destrezas lingüísticas.

A priori, porque un niño empiece a hablar antes o después, no deberíamos asumir que solo por eso es más o menos inteligente que el resto. 

De media, los niños empiezan a decir sus primeras palabras entre los 10 y los 15 meses. En ese período, los balbuceos y sonidos vocales empiezan a convertirse en palabras que se aprenden a través del sistema de imitación. El bebé va aprendiendo el significado de ciertos términos, y empieza a usarlos con precisión. 

Sobre los 12 meses es normal que los niños manejen palabras sencillas como “mamá”, “papa” o “agua”. Entre los 18 y los 24 meses el desarrollo de la habilidad lingüística se intensifica y los niños ya son capaces de decir frases cortas con las que expresan sus necesidades. 

Como decíamos, esto es lo habitual, pero hay niños que tardarán un poco más en ir adquiriendo estas destrezas.

Factores que pueden provocar que un niño tarde algo más en empezar a hablar 

Cada niño es único

¿Cuáles son realmente los niños que tardan en hablar? No podríamos afirmarlo a ciencia cierta. Habrá niños que digan su primera palabra a los 10 meses y otros que lo harán a los 14. La principal causa de que esto ocurra es que cada persona es única.

El desarrollo humano no es siempre igual. Hay personas que tardan más en hablar, en caminar, en aprender a leer, a sumar, etc., sin que esto sea síntoma de un problema o de una inteligencia inferior.

Factores genéticos

La genética influye en todo. Si alguno de los padres del bebé tardó más tiempo en desarrollar el lenguaje, es posible que este fenómeno también se dé en su hijo. De la misma manera, si uno de los padres fue muy precoz al hablar, el bebé podría haber heredado esta predisposición.

Estimulación

El entorno tiene una importancia vital en el desarrollo lingüístico. Si el niño no recibe las suficientes interacciones verbales y estímulos enriquecedores para empezar a hablar, tardará más en hacerlo. 

Una buena forma de estimular la capacidad de comunicación es hablar al niño y leerle cuentos con frecuencia.

Problemas de audición

Este es el mayor temor de los padres cuando se encuentran con niños que tardan en hablar: que exista un problema de audición que no haya sido detectado.

Como es lógico, si el niño tiene dificultades para captar los sonidos del habla, su desarrollo lingüístico será más lento. En caso de sospechar que existe un problema de audición conviene comprobar si el niño responde ante estímulos auditivos y en qué nivel lo hace. Si algo parece ir mal, se aconseja consultar con el pediatra lo antes posible.

Bilingüismo

Los niños expuestos a dos o más idiomas los van a aprender de forma natural a la vez, y llegarán a ser totalmente bilingües. Lo que no todo el mundo sabe, es que en un entorno bilingüe la capacidad de hablar puede tardar un poco más en desarrollarse, porque el cerebro tiene que aprender a distinguir entre los diferentes idiomas.

Niños que tardan en hablar: relación entre el ritmo de desarrollo y la inteligencia

Una discapacidad o un problema de desarrollo pueden estar detrás del desarrollo tardío del lenguaje en los niños. Por suerte, este no es siempre el caso. Como acabamos de ver, hay muchas circunstancias diferentes que pueden afectar al ritmo al que se manifiesta la competencia de comunicación oral.

De igual manera, que un niño empiece a hablar muy pronto, tampoco es signo inequívoco de que estemos ante alguien con altas capacidades.

Veamos qué dice la ciencia sobre la relación que existe entre el ritmo de desarrollo del lenguaje y la inteligencia, porque es un tema sobre el que se han realizado diversos estudios.

Según un informe publicado en la revista Radiology por expertos investigadores del Miami Children’s Hospital, en Estados Unidos, los niños que tardan un poco más en hablar suelen utilizar más el hemisferio derecho del cerebro.

El estudio 

La investigación consistió en practicar resonancias magnéticas funcionales a niños retrasados en el habla y a niños de la misma edad que no tenían la misma condición, a fin de comparar los patrones cerebrales de los dos grupos.

Los niños, con edades comprendidas entre los dos y los ocho años, escuchaban grabaciones con la voces de sus madres mientras se sometían a la prueba. El resultado fue que, en muchos de los casos de niños con serios retrasos en el habla, su actividad en el lóbulo cerebral derecho era  mayor que en los niños del grupo de control.

En líneas generales, los niños con retraso en el lenguaje tenían una menor activación cerebral total que los chicos de los grupos de control. Esto permitió comprobar que, aquellas personas que van retrasadas con el lenguaje, se vuelven menos receptivas al habla a medida que van creciendo.

¿Qué supone usar más el hemisferio derecho que el izquierdo?

El hemisferio izquierdo es el que está relacionado con la parte verbal y la capacidad lingüística. Esta parte del cerebro es también la que se encarga de los razonamientos lógicos, de resolver problemas numéricos, de hacer abstracciones y deducciones, etc.

Por el contrario, en el hemisferio derecho están aquellas competencias que no se relacionan con la expresión verbal, como la percepción o la orientación espacial. Esta parte del cerebro es la que nos permite reconocer caras y voces, porque el cerebro piensa y recuerda en imágenes.

Numerosos estudios demuestran que, las personas que utilizan más la parte derecha de su cerebro, tienen lo que se conoce como memoria fotográfica. Recuerdan y aprenden en imágenes, esto hace que sean muy creativas y tengan muy desarrollada la imaginación.

Parece que una de las causas de lo que le ocurre a los niños que tardan en hablar es que su hemisferio derecho es el que asume una mayor parte de control del cerebro. No es que sean más inteligentes por ello, pero seguramente sí tendrán un carácter más reflexivo y serán atentos y creativos a medida que vayan creciendo.

Como hemos mencionado al principio de este artículo, un retraso en el habla no es síntoma inequívoco de que haya un problema. No obstante, si el desarrollo de la habilidad lingüística parece estar retrasándose más de lo que entra dentro de la normalidad, lo mejor es consultar con un especialista. Con la atención adecuada, los niños que tardan en hablar no tendrán ningún problema en ponerse rápidamente al nivel de los demás.