El juego es esencial en la infancia, ya que permite a los niños explorar su entorno y desarrollar habilidades físicas, emocionales y sociales. Mar Romera, pedagoga y psicopedagoga de renombre en España, destaca el valor del juego como herramienta educativa clave en la formación integral de los más pequeños. A través del juego, los niños no solo se divierten, sino que también aprenden a relacionarse con el mundo, a conocerse a sí mismos y a interactuar con los demás.
Romera subraya que el juego es mucho más que un pasatiempo, ya que favorece el desarrollo de la personalidad y el aprendizaje de habilidades como la creatividad, la empatía y la resolución de problemas. Para ella, el juego debe ser un componente fundamental en la educación infantil, promoviendo la autonomía y el bienestar emocional, y ayudando a los niños a integrar aprendizajes de manera divertida y significativa.
El juego es fundamental en el desarrollo del menor
El juego es esencial para el desarrollo integral de los niños, ya que les permite explorar el mundo, experimentar sensaciones y desarrollar habilidades físicas, emocionales y sociales. Mar Romera, pedagoga y psicopedagoga de renombre, destaca la relevancia del juego en la formación de la personalidad y el aprendizaje de los más pequeños. Según Romera, el juego no es solo una actividad recreativa, sino una herramienta educativa fundamental que facilita la adquisición de habilidades cognitivas y emocionales.
A través del juego, los niños desarrollan su creatividad, resolución de problemas y capacidades sociales, y aprenden a convivir y a tomar decisiones. Romera también diferencia entre el juego libre, que fomenta la imaginación y la expresión personal, y el juego estructurado, que enseña cooperación y reglas. En este sentido, considera que los adultos deben actuar como facilitadores, creando un entorno que permita a los niños jugar y aprender de manera espontánea y guiada. En resumen, Romera subraya que el juego es una parte esencial del proceso educativo, permitiendo a los niños aprender de forma natural y divertida.
Los adultos deben participar en los juegos
Mar Romera subraya la importancia del papel de los adultos en el juego, no solo como observadores, sino como facilitadores. Los padres, educadores y cuidadores deben crear un ambiente adecuado para que los niños jueguen y en algunos casos, intervenir de manera que fomente la interacción social y emocional entre ellos.
Romera destaca que los adultos deben estar presentes para guiar, pero sin imponer su visión, permitiendo que el niño decida y aprenda por sí mismo. Enfatiza que el juego es una herramienta fundamental para la comunicación entre padres e hijos. A través del juego, los niños pueden expresar sus emociones, pensamientos y deseos, lo que brinda una oportunidad para que los adultos se conecten emocionalmente con ellos. Esta interacción no solo fortalece el vínculo afectivo, sino que también contribuye al bienestar emocional de los niños, ayudándoles a entender y gestionar sus sentimientos.
Romera ve el juego como una vía esencial para el desarrollo emocional y cognitivo de los niños, con los adultos desempeñando un rol crucial como acompañantes en ese proceso.
Juego libre contra estructurado
Mar Romera distingue entre dos tipos esenciales de juego en la infancia: el juego libre y el juego estructurado. El primero, espontáneo y sin reglas preestablecidas, fomenta la creatividad y permite que los niños se expresen libremente a través de la imitación, la dramatización o la construcción con objetos. Romera resalta que el juego libre es una herramienta crucial en el proceso de aprendizaje, ya que durante este tipo de juego los niños exploran diferentes roles, desarrollan su pensamiento simbólico y crean mundos de fantasía, lo que les permite dar rienda suelta a su imaginación.
En contraste, el juego estructurado sigue reglas predeterminadas y a menudo involucra la participación de adultos. Este tipo de juego es valioso, ya que promueve la cooperación, el trabajo en equipo y la resolución de problemas dentro de un marco reglado. Sin embargo, Romera subraya que es importante mantener un equilibrio entre ambos tipos de juego. Un exceso de juegos estructurados puede limitar la imaginación de los niños, mientras que la falta de juegos con estructura podría dificultar el aprendizaje de habilidades sociales y de convivencia. Por lo tanto, ambos tipos de juego son fundamentales para un desarrollo equilibrado y saludable.
El juego en la actualidad
La profesional siempre ha expresado su preocupación por cómo las presiones académicas y la sobrecarga de tareas han reducido el tiempo de juego en las aulas y hogares. La acumulación de actividades extraescolares y el ritmo acelerado de la vida moderna están impidiendo que los niños jueguen libremente, lo cual afecta su desarrollo emocional y cognitivo.
También defiende un modelo educativo que valore el juego como una herramienta clave para el aprendizaje. Es fundamental que educadores, padres y responsables políticos trabajen juntos para revalorizar el juego y su papel crucial en el crecimiento y bienestar infantil.
¿Cómo se pueden contratar sus conferencias?

Si quieres contratar las conferencias de Mar Romera y conocer más sobre su enfoque educativo, puedes hacerlo a través de www.mtconsulting.es. En estas charlas, Romera profundiza en la relevancia del juego en la infancia, destacando su papel fundamental en el desarrollo emocional, social y cognitivo de los niños.
Según Romera, el juego no es solo diversión, sino una herramienta esencial para el aprendizaje. A través de él, los niños adquieren habilidades clave, como la resolución de problemas, la empatía y el pensamiento creativo. Romera distingue entre el juego libre, que fomenta la imaginación, y el juego estructurado, que promueve la cooperación y la resolución de conflictos. Ambos son importantes para un desarrollo equilibrado.
La pedagoga destaca el papel crucial de los adultos en el juego, ya sea como guías o facilitadores, para crear un espacio adecuado para que los niños se expresen y aprendan de manera natural. Romera también aboga por un sistema educativo que valore el juego dentro del currículo, pues considera que este fomenta la motivación y el amor por aprender en los niños.